Essence

Pesar, cuando me topo con tu verdad. Eres la gota que colma mi vaso y la esencia de mis letras. Un latir que no cesa. Lo que provoca en mí ganas de descubrir ese mundo del que tantísima gente habla. El rocío de las hojas hecho escarcha. Eres la tempestad que me atiza y desbarata. Puñal de hielo que, sin querer, atraviesa limpiamente un corazón de ilusiones enzarzadas. Una vez impregné una hoja de todo aquello que mi corazón gritaba. Guardada, mas no curada la herida que dejó en mi. Diez de octubre en el que se callaron más cosas de las que se pudieron decir. Sentimientos reprimidos que se derraman de nuevo, esta vez, mas densos, mas hirientes y mas lejos. Tan necesario como el agua, tan chirriante como el sonido del plato que es arañado por un cubierto. Un cúmulo de turbulencias que brotaron por mayo dan todavía problemas. Locura y calma corriendo por cada parte de mi cuerpo como si de un parque se tratara. Suspiros que el ánimo arranca para nada. Has dejado una marca a fuego lento muy bien tallada. El tiempo vuela, y con él mi sufrir amaina.

Tempus fugit