domingo, 7 de marzo de 2010

Rima XXV. Becquer

Cuando en la noche te envuelven 
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza en mi pecho,
diera, ala mía
cuanto poseo
¡la luz, el aire
y el pensamiento!

Cuando se clavan tus ojos 
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el relfejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
 diera, alma mía,
cuanto deseo
¡la fama, el oro
la gloria, el genio!

Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento,
y tus mejillas se encienden
y entronas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos
diera, al mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.




"Empecemos por el principio"


1 comentario:

  1. por escuchar los latidos
    de tu corazón inquieto
    y reclinar tu dormida
    cabeza en mi pecho,
    diera, ala mía
    cuanto poseo
    ¡la luz, el aire
    y el pensamiento!

    Ohh (L) Precioso! Me ha encantado
    No sabía yo que te interesaba la poesía de Becquer xD

    Un besiito Rasti (K)

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