miércoles, 3 de marzo de 2010

Inesperado

Su corazón lleno de mugre cambió el ritmo de sus latidos cuando recibió su llamada. Con voz apagada le pidió que fuera a su casa. Ella, extrañada, no se lo pensó un instante, cogió el paraguas, metió calcetines en el bolso por si se le mojaban los pies y emprendió el camino hacía su casa. Saltando charcos pudo llegar medio seca. Una vez en el porche, llamó al timbre dos veces y nadie le abría la puerta. Se encendió un cigarro para apaciguar la espera. Llovía fuerte y sus ánimos se estampaban contra el suelo igual que lo hacían las gotas que veía caer sin cesar. No tenía ninguna intención de salir ese día, sin embargo solo le hicieron falta unas palabras para romper eso que había dicho... y no le estaba sirviendo de nada. Justo en el momento en el que le dio la última calada al cigarro y preparaba el paraguas para abrirlo la puerta se abrió. Con la respiración agitada le pidió perdón por no haberle abierto la puerta, al parecer se estaba duchando. La invitó a pasar. Ella dejó el paraguas cerca de la puerta para que no se le olvidara. Se sentaron en el sofá a ver la tele. No paraba de preguntarse qué hacía allí, pero no se obsesionaba... el tenerlo al lado le era suficiente. Pasaron unos minutos interminables hasta que por fin salió un tema de conversación. Hablaron de cosas sin importancia hasta que volvió a reinar el silencio, esta vez mucho menos tiempo, pues ella se armó de valor y le preguntó por el motivo de su llamada. Él adoptó una postura menos relajada de la que tenía y miró al suelo. Ella se extrañaba ante esa actitud, nunca lo había visto así. Le puso la mano en el hombro y le preguntó si le pasaba algo. En ese momento él la miró y muy bajito le pidió que se quedara a dormir, que tenía algo muy importante que decirle. Llamó a sus padres para pedirles su consentimiento y finalmente se quedó. Comieron pizza, jugaron a la play y vieron vídeos de risa. Pero la noche no era eterna y las horas se precipitaban una detrás de otra sin aclarar qué era lo que pasaba. Ella no podía permitirse dormir sin hablar con él, así que intrépidamente buscó un papel y un bolígrafo y escribió lo siguiente: "Sé que te cuesta hablar las cosas, pero no hace falta que me digas nada más, ayer te vi comprando las pizzas que nos hemos comido hoy y alquilando el videojuego, también sé que no te habías acabado de duchar te vi llegar en la moto, aparte de todo eso, vi tu sombra por debajo de la puerta dando vueltas de un lado para otro, asomándote repetidamente para ver si me iba ", dejó el papel encima del teclado y cuando él llegó siguieron hablando como si nada. De repente se percató de la nota y empezó a leer. Una sonrisa le iluminó la cara, se acercó a ella y la besó. 

El besó produjo en ellos la paz esperada, la lluvia parecía querer entrar en la habitación y fundirse con ellos. La miel que de cada uno de los labios brotaba era adictiva, había algo que los unía. La noche desencadenó lo inevitable. Las manos se deslizaron deliberadamente, la ropa sobraba, las miradas se cruzaban sin pudor alguno. El calor de los cuerpos inundaba todo, el sonido de la lluvia bailaba con el de la respiración, los relámpagos iluminaban esporadicamente los cuerpos en ebullición. Él le agarraba fuertemente los muslos, dejaba caer la mano desde el cuello hasta el ombligo, ella hincaba las uñas en su espalda, respiraba cerca de su oreja y lamía delicadamente su cuello.  Las sábanas acariciaban los cuerpos desnudos a la vez que mantenía encerrado al deseo. Un sin fin de sensaciones quedaron grabadas a fuego en cada uno.

Ese fue el comienzo...

4 comentarios:

  1. Es como si me hubieran puesto una película y lo hubiera estado viendo..
    Me lo e imaginado todo de pé a pá jajaja
    Y tu ya me entiendes...

    ResponderEliminar
  2. y yo! es que se te va viniendo todo a la mente!
    genial!

    ResponderEliminar
  3. Dios Marta tienes razón , que sensación joder que manera de describir las cosas me encanta ,de verdad.
    (L)

    ResponderEliminar
  4. mucho tiempo! estaba deseando tener algo sobre qué escribir para adentrarme de nuevo en este mundillo q ya iba echando de menos:)
    veo que el tuyo va viento en popa así que ya tengo q leer en mis ratos libres.
    un besaco enorme!

    ResponderEliminar