jueves, 25 de marzo de 2010

Calle Jazmín

Por estas fechas, hace más o menos dos años, conocí a una persona un tanto peculiar. Paramos la moto en la puerta de su casa y ella salió. Era una persona bajita y lucía una enorme cabellera que si no recuerdo mal le llegaba hasta la altura de los riñones. No nos conocíamos de nada, pero al parecer le llamó mucho la atención la forma de mi pelo, decía que me parecía a Corbin, un actor de High School Musical que a ella le gustaba mucho (incluso cuando intercambiamos números de teléfono en lugar de poner mi nombre, puso Corbin 2) Esos meses frecuentamos su casa una cuantas veces y me fui llevando mejor con ella, sobretodo cuando vimos en la tele un especial de Beyonce y descubrimos que nuestros gustos musicales eran parecidos. Poco a poco nos fuimos conociendo y llevando mejor, pero de quién hoy voy a hablar no es de ella, no se merece tanto reconocimiento, (Sabes que te quiero) voy a hablar de dos personas que han convivido con ella desde que dio su primer paso y que tuve la oportunidad de conocer más adelante.
Una de esas personas es su tía Paqui. Su tía Paqui, padece una enfermedad desde que era pequeña. Si la memoria no me falla, creo que es degenerativa, y pensaréis... va a contar algo muy triste. Pues no. Paqui, debido a su enfermedad se encuentra en silla de ruedas y como toda persona que sufre algún tipo de invalidez, tiene que ser ayudada para ciertas cosas, pero a pesar de ello, se le ve una persona feliz...sí, así de simple. ¿Cómo una persona que ha estado toda su vida luchando contra lo que más tarde o más temprano tiene que llegar puede reflejar en su cara felicidad? Pues así es. Recuerdo un día, en el que estábamos Paqui y yo en el salón acompañados por una bolsa de chucherías. Su sobrina me dijo que le diera algunas, que a ella le gustaban. Pero claro, a todo el mundo no le gustan las mismas gomitas. Yo, sin saberlo, le di la que a mi parecer parecía más apetitosa. Cuando ella reconoció la gomita, hizo un gesto de desagrado e intentó decirme que no la quería, pero yo no la entendía, así que se la volví a ofrecer, ella giró la cara y entonces lo comprendí. Viendo el panorama, le mostré las gomitas que había en la bolsa y ella la eligió. No se me olvidará, cogió un corazón de dos colores que estaba espolvoreado en azúcar de esa que te deja un picor en la boca. Cuando la cogió, la partió cuidadosamente en dos pedazos y se lo comió. Y ahí me quedé yo, mirando cómo disfrutaba mientras se comía la gomita. Otro día que estuve en su casa, aluciné con la "trifulca" pacífica que tenían tía y sobrina... -¡Paqui que eres mu feaaa... orejonaa!- le decía su sobrina, y ella respondía -¡Tú si que eres fea Ana!- y reía y reía y reía. Así de repente ésto puede resultaros irrelevante, pero tened en cuenta que su vida no fue fácil. Son una de esas cosas que a mí me sacan una sonrisa.
La otra persona de la que voy a hablaros es de su madre. Voy a disfrutar hablando de ella, porque es una de esas personas que merece la pena conocer. Es una persona totalmente extrovertida, no tiene ningún reparo en mantener una conversación contigo y posee un lenguaje que le da a todo lo que dice una pincelada de humor andaluz despampanante, es de esas personas que tienen "ángel". Como bien dijo una amiga de Ana... "a esta muhe hay que hacerle un libro"y razón tenía. Una cosa que admiro mucho de ella es la gran relación que tiene con su hija. Cada vez que puede, hace saber a la persona con la que está hablando, lo agradecida que le está porque si no hubiera sido por ella no se hubiera atrevido a coger de nuevo el coche. Es una mujer muy honesta, sencilla... y buena gente.

2 comentarios:

  1. Sabes cuándo te leía y leía de esas maravillosas mujeres…sonreía porque es tu alma tan hermosa la que puede ver la luz que hay en ellas…en eso pequeños detalles…en la grandeza que a pesar que la vida las vapulea con la enfermedad nos dan lecciones de que a pesar de las tormentas se puede regalar una sonrisa…un beso mi querido amigo de luz

    ResponderEliminar
  2. Me encanta leer tu blog,esta entrada hace que aprecie más lo que tengo y cada pequeño momento(L)

    ResponderEliminar