viernes, 26 de febrero de 2010
Te vas.
Caminaba la niñez por calles con rumbo indefinido... daba igual ella solo andaba. Solo se percataba de las cosas más cercanas, tiendas de ilusión y confiterías de juegos. Se sentaba en esa mesa que por entonces le parecía tan inmensa. Veía solemne el paso de las horas ya fuera por las tardes empapándose de la Pantera Rosa mientras comía galletas mojadas en leche, o esperando ansiosa a que empezara Lluvia de Estrellas, el humo que salía por detrás de cada niño- o no tan niño- cada vez que iba a cantar era sobrecogedor. Se agitaba con el ritmo más frenético de Patricia Manterola los días que le viniera en gana o bien se dejaba enredar entre los acordes de Ella Baila Sola. Dulzura y fuego se escondían en ella, elementos que una vez maduros derramaron su jugo, jugos que viajaron deliberadamente por cada vaso sanguíneo y que a su paso dejaban hebras entre las que uno se enreda junto a los recuerdos pretéritos. "Libre" era el grabado que se distinguía en la manta protectora que velaba mis sueños, aquella misma que se encuentra ahora con las esquinas oliendo a humedad y cuyo grabado es apenas apreciable, pues palabras de menor importancia se han ido adhiriendo con el paso de los años. Poco a poco, querida niñez, irás siendo destapada hasta emprender tu vuelo por esa ventana que notabas abrirse lentamente y que siempre te había llamado la atención lo que tuviera que hacer referencia a su exterior. Y ten cuidado con los vientos que te hagan tambalear y toca el suelo cuando necesites reponer fuerzas, mas no conviene quedarte estática, sólo vive hasta que encuentres la apropiada tarde de un día invernal y el lugar exacto para fenecer.
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Joder alvaro que profundo...
ResponderEliminarNiñez...que lastima me da y sobre todo hoy con el dia que hemos pasao to juntos...
Un besito loco (K)
teeqiiiiierooo fariiiiiiiiiii!!!!!!!!!!