domingo, 28 de febrero de 2010

De naturaleza indómita

Ahora mismo duerme tranquilamente, siempre que su epilepsia lo deje. Me resulta algo difícil empezar a hablar de alguien con quien has compartido cada momento de tu vida. Al igual que yo nació en primavera. Era pequeño, delgado y moreno. Como siempre la vida se encarga de ponernos dificultades y a los tres años le diagnosticaron un problema en la cadera. Tanto mi madre como mi padre acudieron a todos los médicos posibles, buscando en cada uno la mejor solución para su niño. Desde ahí, mi hermano demostró ese coraje que siempre le ha caracterizado y aguantó como un campeón los dos años que tuvo que estar varado en una cama. Finalmente se recuperó y ahora es algo que se encuentra guardado en el corazón de mis padres. Más tarde le diagnosticaron epilepsia y tuvo que seguir un tratamiento. Digo tuvo y tendrá. A pesar de todo esto mi hermano nunca perdió la sonrisa. Claras son las fotos de los álbumes en las que aún estando malo, sonreía. Ha tenido una infancia bastante completa. De vez en cuando nos desvela una de sus hazañas... todos quedamos atónitos y se comenta sin más importancia el lío en el que se podría haber metido. 
Pocas veces demuestra su cariño, pero a sabiendas de que puede resultar obvio me atrevo a decir que sé que lo hay. En ocasiones se torna un tipo de persona de estos a los que yo llamo "bromistas pesados" y cuando lo hace saca de quicio a cualquiera.
Hoy saldrá del cuatro con la cara de dormido de todos los domingos y aunque a penas crucemos palabras me reconfortaré con saber que pase lo que pase siempre nos tendremos el uno al otro.

viernes, 26 de febrero de 2010

Te vas.

Caminaba la niñez por calles con rumbo indefinido... daba igual ella solo andaba. Solo se percataba de las cosas más cercanas, tiendas de ilusión y confiterías de juegos. Se sentaba en esa mesa que por entonces le parecía tan inmensa. Veía solemne el paso de las horas ya fuera por las tardes empapándose de la Pantera Rosa mientras comía galletas mojadas en leche, o esperando ansiosa a que empezara Lluvia de Estrellas, el humo que salía por detrás de cada niño- o no tan niño- cada vez que iba a cantar era sobrecogedor. Se agitaba con el ritmo más frenético de Patricia Manterola los días que le viniera en gana o bien se dejaba enredar entre los acordes de Ella Baila Sola. Dulzura y fuego se escondían en ella, elementos que una vez maduros derramaron su jugo, jugos que viajaron deliberadamente por cada vaso sanguíneo y que a su paso dejaban hebras entre las que uno se enreda junto a los recuerdos pretéritos. "Libre" era el grabado que se distinguía en la manta protectora que velaba mis sueños, aquella misma que se encuentra ahora con las esquinas oliendo a humedad y cuyo grabado es apenas apreciable, pues palabras de menor importancia se han ido adhiriendo con el paso de los años. Poco a poco, querida niñez, irás siendo destapada hasta emprender tu vuelo por esa ventana que notabas abrirse lentamente y que siempre te había llamado la atención lo que tuviera que hacer referencia a su exterior. Y ten cuidado con los vientos que te hagan tambalear y toca el suelo cuando necesites reponer fuerzas, mas no conviene quedarte estática, sólo vive hasta que encuentres la apropiada tarde de un día invernal y el lugar exacto para fenecer.



martes, 23 de febrero de 2010

Proyecto R

Desde hace ya un tiempo considerable, hay algo distinto en la cabeza de una amiga mía. Eso de lo que os hablo está situado en la parte trasera de la cabeza orientado hacia la derecha. Aparentemente es algo descuidado, incluso hay a quien le parece estrambótico. Lo cierto es que no es habitual, sobretodo cuando el propósito es llenar toda la cabeza. 

La idea surgió una mañana de domingo mientras estábamos Marta, Carmen, Almudena y yo, charlando en casa de Almudena. Nos habíamos quedado todos a dormir... ¡miento! en realidad nos habíamos ido incorporando a medida que avanzaba la noche pues sólo Marta iba a ser el huésped esa noche. Después de haber cenado y antes de que llegara Carmen, mientras nos fumábamos un cigarro, le pregunté a Almudena si su hermana tendría algún inconveniente en hacerme a mí una rasta. Ella me dijo que su hermana estaba un poco ocupada pero que no le importaría. El tema quedó en el aire...              [Vuelta al domingo por la mañana]

No paraba de rondarme la cabeza la idea de hacerme una rasta. La verdad es que es algo que desde hace ya tiempo me llamaba la atención. Volvimos a hablar del tema rasta y Almudena planteó la idea de hacernos la cabeza entera. Al principio me impactó la idea y no acogí la idea con mucho entusiasmo... cuando digo "al principio" me refiero a los primeros cinco segundos. Pasados este pequeño intervalo de tiempo la idea de un cambio radical de este tipo me provocó unas ganas tremendas. Al parecer Almudena también llevaba tiempo con la idea de algo así, pero no estaba convencida del todo, al igual que me pasaba a mí. Así que yo mismo me he encargado de bautizar esta hazaña como Proyecto R para que se complete solo hace falta el consentimiento de tu madre.

La transformación es inminente.


El 3 de diciembre de 1976, Bob fue herido por disparos de arma de fuego en el pecho (muy cerca del corazón) y un brazo. Dos días después del atentado, Bob se montó en la tarima y cantó. Cuando le preguntaron el porqué, él dijo: “La gente que está tratando de hacer este mundo peor no se toma ni un día libre, ¿cómo podría tomarlo yo?”
Extraordinario

sábado, 20 de febrero de 2010

Es3

Aquí estoy otro sábado más, perseguido por mi sobrino para que le pase el Mario Bross. Me duele la cabeza y el sonido de la maquina me está taladrando. Llevo una semana un tanto desastrosa, he suspendido dos exámenes y esta lluvia hace que tenga la moral por los suelos. En los telediarios solo se ven casas inundadas y gente pasándolo mal. La situación económica familiar sigue soportando el bombardeo de los días y uno tiene que contemplarlo. Para colmo más exámenes se avecinan y las horas que tiene el día me parecen en ocasiones insuficientes. Lo único que parece que puedo hacer es estudiar y esperar.

Que llegue mayo y con él, la bruma se disipe hasta que pueda ver la claridad

lunes, 15 de febrero de 2010

¿Algo más?

En el momento en el que no espero que pase nada más, me conecto como todos los días al blog. Y de repente, mirando los gagdets estos extraordinarios, descubro que uno de los blog que sigo también posee una cuenta en tuenti, así que lo busqué y lo agregué, por mera curiosidad. Y curiosamente la última entrada del tablón, se titulaba yo en la tele. Pensé, ¡qué bueno poder saber a quién estás leyendo cada día!. Y tengo que decirte amigo, me encanta esa percepción de qué es para ti el blog, esa magia de la que hablas cuando compartes cosas con personas a través de creaciones que vagan entre datos de ordenador a esperas de ser leídas por sabe Dios qué personas. Es algo en lo que he pensado últimamente. Y decirte que una de tus entradas, está publicada en un gadget. En fin, encantado de seguirte. Llenas mi cabeza de pensamientos fabulosos.

domingo, 14 de febrero de 2010

Próximo destino: Amanecer

La charla que habíamos tenido hacía tres horas había servido para convencerla de que no tenía que estar cabizbaja, tampoco que se alegrara y que diera brincos de alegría, pero que se tomara mejor las cosas. Una charla muy divertida por cierto, que fue lo que desencadenó el que minutos más tarde, arrancara dos plátanos del racimo,los cortara muy finamente en rodajas y los bañara en deliciosa leche condensada. Tal cual... merendó en mi casa y ahí no acaba todo, cuando fue a casa de un amigo para recoger unas cosas se trago la mochila y me dijo que se quedaba en mi casa a dormir, cosa de la que no me estoy quejando. Cuando llegó la hora de cenar, comimos como desesperados, los dos teníamos mucha hambre, se nos ocurrió la descabellada idea de llamar al chino a que nos trajera comida, pero ya era tarde y el chino no se motoriza a esas horas de la noche. Como solución comimos macarrones y nos fuimos a la habitación. Cuando nos metimos en la cama, decidimos encendernos un cigarro y fumar acostado, echando la ceniza por la ventana sin importar lo que cayera en el pollete. Como era inevitable empezamos a hablar de cosas pasadas y echamos unas risas muy curiosas. Pero la conversación se empezó a orientar a otro tema. El día de nuestro 17 cumpleaños, en el que también íbamos a celebrar los 16 de una pequeña personilla. En una misma semana están los tres cumpleaños. Ese día estaba marcado que íbamos a ahorrar y nos la íbamos a pegar. Después de divagar un tiempo sobre la trascendencia que iba a tener ese día en nosotros, pasó por nuestras cabezas la idea de contemplar la maravillosa aparición de los primeros rayos del sol del día, y tanto nos contentó la proposición que decidimos que iba a ser así.  Ya sea la playa, un parque, da lo mismo, sentiremos la fresca brisa de la mañana del mes de mayo mientras nos damos cuenta de que son nuestros ojos los primeros que reciben la luz.
~Azahar~

miércoles, 10 de febrero de 2010

Regalo

No se si mi alma conseguirá esa Katarsis de la que habla Platón, pero sinceramente me importa más bien poco, eso es algo de lo que se debe preocupar ella. No pienso vivir la vida condicionado por lo que dicen los demás, ya sean importantes instituciones o personas que no tiene dónde caerse muerto. Mi vida es mía y la vivo yo. Me pararé cuando quiera pararme y continuaré cuando las fuerzas me acompañen pero nunca dejaré de ser yo, por que si no soy yo entonces ¿qué soy? Fuera ataduras, viva el pensamiento, tírate a la piscina siempre que hayas comprobada que está llena , deja a un lado lo que te haga daño, quédate con lo bueno de todas las cosas. Para los que antes de acostarse dicen "Un día menos" ...un día menos ¿de qué? ¿de vida?. Intentemos verlo de otra manera...UN DÍA MÁS, una día mas de diversión, de gozo, de aprender, de vivir, de soñar, de luchar. Organízate y entrégate al desenfreno. Que los años, sean los que sean, no te opriman  la existencia. Vivamos cada día con esa quemazón en el pecho que te entra cuando ves a a la persona amada, con la energía justa y necesaria. Dale la espalda a los dogmas e inventa tu vida.

Decidir y sonreír.

Antes de empezar tengo que aclarar que no soy de esas personas que creen en el destino, aunque hay que reconocer que el que te ocurran determinadas cosas o no, a veces condiciona notablemente las decisiones venideras. El cometido de esta entrada es, a sabiendas de que alguien se puede molestar, alabar una decisión que hace muy poco alguien cercano tomó. Y está claro que a lo largo del día se toman muchas decisiones, unas más importantes que otras, y evidentemente hay personas a las que por una cosa u otra les cuesta más. El caso es que me siento obligado a felicitarla, pues siempre ha necesitado algún empujoncito ya que su pesimismo se ha encargado de hacerle creer que todo va a salirle mal y esta vez no ha sido así. Ella sola lo ha vivido, lo ha analizado y razonadamente ha actuado. Imagino que es muy difícil dejar algo que es de lo más importante en tu vida así que no me queda más remedio que decirte: OLE!. Has hecho lo que tu has creído que era mejor hacer y contra eso nadie puede luchar. Como siempre te he dicho "sé firme con lo que decidas", arrepentirse ahora puede dar lugar a malos entendidos, y ya es hora de que abandones tus miedos y te des cuenta de tus posibilidades.

Siempre hacía delante C&CAM.

domingo, 7 de febrero de 2010

Sábado Perfect

Después de un secado de pelo intensivo, fuimos a casa de Carmen para que se prepara. Íbamos tarde y todavía tenía que maquillarse y demás. Cuando bajamos, tiramos la basura, compramos tabaco y a toda prisa tiramos para el centro. A la altura de la Alameda vieja se habían  sentado Marta y Almudena, que estaban esperando a que pasáramos. Nos sentamos, nos hicimos fotos y decidimos ir a dar una vuelta por el centro. Cuando llegamos a la calle larga, se empezó a escuchar una música, que se fue haciendo mas grande a medida que íbamos avanzando. Era una música muy romántica y melódica. En la calle no hacía ni frío ni calor, se estaba muy bien. Estar en el centro un sábado, viendo cómo la gente se paseaba tranquilamente, y ese hombre con su guitarra y su música, hacía que me sintiera muy tranquilo. Carmen y yo nos sentamos en el banco que había enfrente del hombre, y tuvo mi amiga la amabilidad de darle un moneda de 50 céntimos. El hombre nos miró y nos dijo: "Gracias". En ese momento el tiempo se paró, por un momento parecía que había entrado en una de esas películas en las que se ve al protagonista andando por las típicas calles que todo el mundo conoce y donde mucha gente canta y canta para ganarse algún dinero. Fue muy bello.

Después de ese maravilloso momento, nos encontramos a unos amigos en las Angustias. Fue divertido porque Almudena se tenía que tomar los medicamentos para la espalda. Lo curioso es que no eran pastillas, sino gotas. Me pidió que le echara las gotas y ahí vino lo gracioso. Ella tenía que poner un poco la cabeza inclinada hacía atrás con la lengua un poco levantada para que las gotas cayeran debajo de la lengua. Pero ahí no acababa todo. De uno de los medicamentos le tenía que echar treinta gotas, las cuales tenía yo que ir contando, y un tiempo después le tenía que echar del mismo modo otras veinte pero de otro medicamento distinto que sabía un poco a incienso raro...Sí lo probé!

Entonces, llegó el momento de ir a comer al chino. Allí Almudena se tenía que tomar una pastilla naranja semitransparente, que tenía forma de huevo y cuyo bote olía a comida de pescado, pero para eso ya no necesitaba mi ayuda.  Pedimos el menú, que por cierto era bastante completo (primero, segundo, tercer plato y postre) Nos echamos más fotos y cuál fue nuestra sorpresa cuando uno de los camareros nos sirvió cuatro chupitos de no se qué. Salimos de allí muy contentos, todo estaba muy limpio, la comida la hacían pronto y aunque no mantuviéramos una charla con la camarera como para decir que la atención había sido cordial, fue muy profesional la chinita. =D

Como todavía nos quedaba algo de dinero en la cartera, emprendimos rumbo al Gorila. Allí miramos la carta, y decidimos tomarnos una Conorita. Me estaba sorprendiendo de mi mismo un montón. Jamás me hubiera imaginado que iba a ir a un bar a beberme una cerveza. Esas cosas las hace mi padre y gente más mayor. Pero tenía curiosidad, me la pedí y me la bebí. La verdad es que está un poco mas suave que la que toma mi padre, pero no es una cosa que me llame especialmente la atención. Ha sido un sábado distinto y me ha encantado.

jueves, 4 de febrero de 2010

Flamenco sin más

Como una piedra negra azabache, embrujo escondido en calles empedradas, gargantas que retumban en majestuosas bodegas, sentimiento puro que brota desde lo mas adentro de unas "centraña(s)".

La madera cruje mientras arde en llamas, el calor que se desprende los corazones amansan. Con una sonrisa en la cara, empiezan a tocar las palmas, y más emoción se advierte cuando "cohe tono una gitana". Los chavales pequeños acuden a la llamada y de la esencia beben, para continuar la rama. De repente se abre el corrillo, alguien baila, el viento retumba, los gorriones se escapan, un desplante bien echao, breves momentos de agitación, y vuelve a reinar la calma. Dulzor en las bocas, se ha apagado la llama.