En 1942 los nazis crearon un ghetto en Varsovia. Ella horrorizada por las condiciones en las que allí se vivía se unió al Consejo para la Ayuda de los Judíos. Los almenes invasores tenían miedo de una posible epidemia de tifus y permitían a los polacos controlar el perímetro. Irena Sendler mientras tanto, contactaba con familias con la intención de que le dieran permiso para poder sacar a sus hijos del ghetto. El momento era horroroso, pues tenía que convencer a las familias de que entregaran a sus hijos. Muchos le preguntaban "¿Puedes prometerme que mi hijo vivirá?", pero qué podía prometer alguien cuándo ni siquiera sabía si lograrían salir del ghetto, de todas maneras había que arriesgarse pues lo que si estaba claro era que morirían si permanecían en él. Irena, sacaba a los niños en ambulancias con la excusa de que estaban infectados de tifus, más adelante se valía de cualquier pretexto para sacarlos; cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, ataúdes... Con la ayuda de otras personas consiguió elaborar cientos de documentos falsos con firmas falsificadas dándole a los niños nuevas identidades.Pero todo no acababa ahí, Irena quería que una vez finalizada la guerra los niños volvieran a recuperar sus nombre, sus historias personales, sus familias, para ello hacía algo extraordinario. Em trozos de papel Irena, registraba los nombres y las identidades originales junto con las inventadas y los guardaba en botes de conserva que luego enterraba bajo un manzano en un jardín. Alli fue guardando clandestinamente el pasado de 2500 niños judíos. Desafortunadamente, un día, los nazis se enteraron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943 fue detenida por la Gestapo y levada a la prisión de Pawiak, donde fue brutalmente torturada. Ella era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos y a pesar del abuso sufrido no reveló ningún dato de sus colaboradores ni de los niños. Fue sentenciada a muerte, pero la sentencia no se cumplió, pues la resistencia había sobornado al soldado para que la dejara libre, ya que no querían que muriera con el secreto de las ubicaciones de los niños. En las listas de ejecutados, figuraba su nombre por lo que a partir de ahí tuvo que trabajar con una identidad falsa.
Al terminar la guerra desenterró los frascos y utilizó las notas para encontrar a los 2500 niños que colocó en familias adoptivas. Puedo reunir algunos con sus parientes pero la mayoria habían perdido a sus familias en los campos de concentración. Cuando su historia se dio un poco a conocer, varias prsonas contactaron con ella para decirle : "Recuerdo tu cara... soy uno de esos niños, te debo mi vida, mi futuro y quisiera verte". Su padre, que falleció de tifus, siempre le había dicho: "Ayuda siempre al que se está ahogando sin tomar en cuenta su religión o nacionalidad, ayudar cada día a alguien tiene que ser una necesidad que salga del corazón". Irena no se considera una heroína, nunca se ha adjudicado ningún mérito, es más, cuando se le pregunta sobre el tema dice: "Podría haber hecho más, y este lamento me seguirá hasta el día en que me muera"
Sin duda una mujer extraordinaria.
Esta mujer es mi ídolo!!!Se me pusieron los pelos de punta la primera vez que leí el texto, cuando mi padre me lo mandó.
ResponderEliminarY lo que mas me sorprende es que no está nada orgullosa de lo que hizo, "Podría haber hecho ás, y este lamento me seguirá hasta el día en que me muera".
Uff me llegó al corazón. Buena entrada cariño! =)
Te quiero
No es lo que tenía, es lo que hizo con ello.
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