El soberbio giro de la Tierra alrededor del sol, me trae anualmente los colores de la primavera y no puedo evitar ponerme en la ventana a contemplarlos. Hoy el viento perfila las formas con las que se encuentra, se lleva el polvillo de las aceras y airea las copas de los arboles, haciendo que cada flor se encienda de su particular olor. EL sol incide con decisión sobre el suelo. Caliente está la sangre. Guajiro canta y el pensamiento se alza, que vibren los acordes, que explote la vida...
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