viernes, 6 de agosto de 2010

Diagnóstico

Tacho indeciso las primeras lineas de todo lo que escribo, oscilan los pensamientos, se tambalean las conclusiones.
1-STOP ÁLVARO... Soy esa voz que tanto tiempo estuvo en ti, aquella que te abrió las puertas que parecían difíciles de abrir, la que te descubrió y la que descubriste, esa misma que analizó cada detalle, cada matiz, cada aspecto de tu personalidad... ¿por qué no me escuchas?
2-No supe que querías contarme algo...
1-Pues para un momento, arrímate a las letras como siempre te ha gustado hacerlo. Mira en tí y luego podrás mirar a tu alrededor... ¿a caso no lo recuerdas?
2- ...
1-Me sorprendes Álvaro, tú que siempre tuviste algo que decir, a ti que no te faltó una buena respuesta... ¿qué pretendes decirme con el silencio?
2- Quizás me sienta bien en el silencio...
1- Antes era allí, en el silencio, donde hablábamos y solucionábamos nuestros problemas, donde me escuchabas con claridad... ¿Ahora me escuchas verdad?
2. Sí...
1- Pues permíteme proponerte una cosa. Búscate al día algún rato en el que podamos ponernos de acuerdo para aclarar lo que nos pasa. Utilicemos este Paraíso que inventamos. Si algún día piensas que no tienes nada de qué hablar conmigo, no te preocupes, lo sabré... mas no faltes a la cita. Exprimiremos todos los interrogantes. Vamos a solucionarlo!!

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