domingo, 7 de agosto de 2011

Vamos a ver

Interesado notablemente en imprimir este blog - ya está todo organizado y estructurado -, me dispuse a acercarme a una copistería para que me hicieran el presupuesto, aunque fuese aproximado, de lo que me pudiera costar dicho capricho. De este modo el cospistero...-digamos mejor: el dependiente del lugar - comenzó a apuntar en una hoja, que estimo no sería más de un cuarto de folio, las características de mi encomienda:  "79 páginas; color; encuadernado; 120 gr. (folio)" El resultado de todo sumó la curiosa cantidad de 30€ (redondeando). Afortunadamente no llevaba dinero suficiente para pagarlo. Y digo afortunadamente porque al salir de la copistería me llamó la atención el último dato.
Mi idea era que la impresión quedara por ambas partes del folio, pero el inconveniente es que, debido a las fotos acompanando los textos, corría el riesgo de que se transparentase. Por ello, pensé, y comenté, que alomejor unos folios de más grosor fuera más indicado- cosa que supongo él habría pensado ya -.Hasta ahí bien, pero... ¿Cuánto grosor, aproximadamente, sería necesario para que en la impresión de un folio por las dos caras no se transparente la una en la otra? Creo que he de informarme sobre ello, porque 120gr. me parecen excesivos. Quizás uno de 100 abarataría el proyecto. ¡Bueno! Proyecto no, que ya llamé proyecto a algo y salió cómo salió.

Torcuato Luca de Tena Los renglones torcidos de dios:  ¿Cómo sacrificar el "hoy", ¡que es aún remediable!, a un tiempo ido, que es irremediable ya?

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