martes, 2 de agosto de 2011

A una que se va

No me habia parado a pensar en el poco tiempo que nos queda "juntos". Y no voy a decir que juntos estaremos siempre porque supondría escupir sobre la evidencia pura: el agua se evapora, la roca dura de la montañana termina siendo arena fina de la playa, los caminos se disocian en un determinado punto. Mas mi memoria - sí, esa que en ocasiones falla tanto - se encargará de recordar todo hasta ese punto. Mientras tanto seguiré viviendo, quizás algo extresado y anhelante de tener una conversación metafísica en la que desahogar el intelecto o me iré a cualquier parque que esté dotado de buen césped a simplemente recordar. Recordar lo perturbador que puede ser apoyarse en una columna o que a Peter le hacían muy feliz las tortitas; recordar lo peligroso que puede ser para el colesterol asistir a la ópera de Carmen o los insultos que me lanzabas sin dudarlo cuando te arreglaba las rastas.  Pero basta ya de recordar y recordar: vivamos el tiempo que nos queda juntos cargando ese baúl que llenas de tantas cosas distintas. Eres especial.

1 comentario:

  1. No todos los días le dedican a servidora una entrada como respuesta a otra entrada.
    Muchas gracias, Álvaro, te adoro!.

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