Puede que lo que me venga faltando desde hace tiempo sea el escribir en el blog y si se me permite, el leer los textos de gente maravillosa que dedica su tiempo a expresar sus ideas.
Aquí encuentro cada día algo distinto, algo de lo que puedo aprender o algo que me entretenga. Sentimientos desbordados, quejas con fundamento, imaginación sin límites... Muchas historias que poco a poco van formando una que es la mía. No debería haber abandonado este lugar durante todo este tiempo, que aunque no haya sido excesivamente largo, ha sido suficiente como para olvidar por momentos lo que ahora mismo me mueve... aprender y madurar no es algo que concierne a uno mismo exclusivamente, es parte de un todo en el que irremediablemente estamos inmersos, y todo no sería todo si le faltara algo. A lo que me vengo a referir es a que uno sólo, aislado mientas remueve lo que ya tiene manido no consigue otra cosa que estancarse. Abrirse al mundo (con cautela siempre) y escuchar a las personas que les rodean ayuda a comprender que hay muchas cosas a parte de lo que uno lleva en sí mismo. No conforme con las historias que me rodean, yo mismo quise adentrarme en este mundo sin ser consciente de lo que aprendía con ello. Ahora vuelvo a leeros y aprovecho para pediros perdón por ese tiempo ausente, porque indirectamente me ayudáis a entender y en consecuencia a crecer como persona.
Después del diagnóstico que yo mismo elaboré para mí, y tras algunas entradas de auto-reflexión, encuentro la solución a muchas dudas sobre mi presente.
Hoy es uno de esos días en los que sientes que has aprendido algo. Muchas gracias.
domingo, 19 de septiembre de 2010
viernes, 17 de septiembre de 2010
Soy o estoy
Estoy bastante preocupado conmigo mismo. He comprobado que la regularidad con la que escribo en el blog cada mes se hace menor, puede que sea por que no dispongo de un ordenador sólo para mí, pero decir esto es echarle las culpas a algo que verdaderamente no la tiene. No consigo centrar mis ideas y en consecuencia no derivo conclusiones certeras, incluso dudo a veces de tener ideas. Se podría decir que mi cabeza es una especie de consomé sin fondo y no sé a qué se debe. Me empieza a hartar esta situación de insostenible estupidez en la que me encuentro.
Antes me sentía capaz de muchas cosas, me sentía seguro, me sentía fuerte, pero ahora toda esa fortaleza de la que presumía se me desmorona como un terrón de azúcar que se moja. He querido pensar muchas veces que no es que ahora sea débil, sino que soy más sensible, pero nada de lo que pienso me parece cierto totalmente. Antes era capaz de escuchar, entender, relfexionar y dar buenos consejos mientras que ahora sólo consigo escuchar y responder con palabras sueltas como "¡claro!" o acabar con expresiones como "¡en fin...!" Incluso a veces, mientras me están hablando, pienso en otras cosas y no pongo toda la atención que la conversación merece. Me enojo muchísimo conmigo mismo cuando esto me pasa porque no es realmente lo que querría hacer. Antes pensaba alomejor las cosas dos veces antes de decirla y ahora me las pienso siete, tantas que cuando quiero decirlas ya se me ha pasado el tiempo y no tiene sentido soltarlo. No quiero pensar que he perdido las cualidades de las que más orgulloso me sentía, pero reconozco que han aminorado bastante. Me parece increíble que el tiempo en lugar de darme más madurez e inteligencia, haya menguado capacidades que yo creía invariables. Intento esforzarme cada día en volver a recuperar lo que fui, pero no me sale con la misma fluidez y originalidad que antes.
Una cosa que no he perdido es el ser consciente de los cambios que se producen en mí. Siempre he sabido aceptar dichos cambios... considero que es importante vivir en armonía con uno mismo y aceptarse como uno es, pero... ¿por qué he de aceptar este cambio cuando no me ha traído nada bueno?
La situación se está prolongando demasiado y no quisiera que este cambio se hiciera permanente en mi porque no me gustaría nada de nada. Me prefiero como antes a como "soy" ahora. Lo pongo entre comillas porque no quiero decir aun que soy de esa manera ya que espero que todo esto sea una mala racha a la que, ya sea más tarde o más temprano, ponerle solución.
Es muy difícil para mí llevar el dia a día de esta manera porque no se me quita de la cabeza en ningún momento. Ahora tengo muchas más dudas que antes. Yo mismo me cuestiono y yo mismo me contesto en un constante frenesí de incertidumbres que no tienen pinta de aclararse así porque sí.
Antes me sentía capaz de muchas cosas, me sentía seguro, me sentía fuerte, pero ahora toda esa fortaleza de la que presumía se me desmorona como un terrón de azúcar que se moja. He querido pensar muchas veces que no es que ahora sea débil, sino que soy más sensible, pero nada de lo que pienso me parece cierto totalmente. Antes era capaz de escuchar, entender, relfexionar y dar buenos consejos mientras que ahora sólo consigo escuchar y responder con palabras sueltas como "¡claro!" o acabar con expresiones como "¡en fin...!" Incluso a veces, mientras me están hablando, pienso en otras cosas y no pongo toda la atención que la conversación merece. Me enojo muchísimo conmigo mismo cuando esto me pasa porque no es realmente lo que querría hacer. Antes pensaba alomejor las cosas dos veces antes de decirla y ahora me las pienso siete, tantas que cuando quiero decirlas ya se me ha pasado el tiempo y no tiene sentido soltarlo. No quiero pensar que he perdido las cualidades de las que más orgulloso me sentía, pero reconozco que han aminorado bastante. Me parece increíble que el tiempo en lugar de darme más madurez e inteligencia, haya menguado capacidades que yo creía invariables. Intento esforzarme cada día en volver a recuperar lo que fui, pero no me sale con la misma fluidez y originalidad que antes.
Una cosa que no he perdido es el ser consciente de los cambios que se producen en mí. Siempre he sabido aceptar dichos cambios... considero que es importante vivir en armonía con uno mismo y aceptarse como uno es, pero... ¿por qué he de aceptar este cambio cuando no me ha traído nada bueno?
La situación se está prolongando demasiado y no quisiera que este cambio se hiciera permanente en mi porque no me gustaría nada de nada. Me prefiero como antes a como "soy" ahora. Lo pongo entre comillas porque no quiero decir aun que soy de esa manera ya que espero que todo esto sea una mala racha a la que, ya sea más tarde o más temprano, ponerle solución.
Es muy difícil para mí llevar el dia a día de esta manera porque no se me quita de la cabeza en ningún momento. Ahora tengo muchas más dudas que antes. Yo mismo me cuestiono y yo mismo me contesto en un constante frenesí de incertidumbres que no tienen pinta de aclararse así porque sí.
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