domingo, 18 de septiembre de 2011

Una y otra vez.


El salón estaba siniestramente alumbrado por la pequeña lámpara  que había en una mesita cerca del sofá. Sólo leyó dos páginas del libro que hacía tiempo que no leía y lo dejó de nuevo en la mesita. Posteriormente se encendió el rutinario cigarrillo de antes de dormir y bostezó largamente después de ello. Con el bosteo recordó las palabras que había casi acabado de tener antes de subir a su casa << ¿Crees que el mundo es aburrido? – A lo que ella contestó – será todo lo aburrido que tú lo quieras hacer. >> Estas palabras resonaron en su cabeza. Él no había querido hacer del mundo algo aburrido, sin embargo, en algunas ocasiones, lo era. Quizás tendría que quererlo con más fuerza, pero la fuerza no era algo que últimamente le rebosara por doquier. Realmente, no había razones de verdadero peso para sacar fuerzas, o al menos eso creía ahora.
Mientras tanto el cigarro se estaba acabando de modo que lo apagó y se fue a la cama parsimoniosamente, sin prisa pero sin pausa, pensando en algo que le hiciera sacar fuerzas para que el vivir no le resultase tan aburrido. Esa noche, encontró el sueño antes, y a la mañana siguiente todo seguía igual.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

For Talk


Mi sospecha, si verdaderamente se le puede considerar eso, se ha volatilizado. Una de mis entradas se esfumó de buenas a primeras de mi blog: la que más me costó escribirla, posiblemente una de las más importantes, y seguro que la más incompleta. Lo más coherente sería creer que yo, en un momento dado, decidiera que esa entrada no debiera estar ahí, por lo imprecisa que resulto ser, pero no lo recuerdo – lo cual me es bastante difícil de creer puesto que tanto el hecho de escribirla como el hecho de, en algún momento eliminarla, no vendría desencadenado por la histeria o el arrepentimiento, sino que, en tal caso, sucedería después de un gran debate interno. Y evidentemente la envergadura de ese debate, que cada día me he hecho, no es despreciable para que de un momento a otro se me olvide –. Aun habiendo desaparecido – o yo habiéndola borrado – conforme me quedo, pues no creo que fuese ni el momento, ni la forma, ni lo dicho. Y visto así, tampoco es ahora la forma, pero bien es sabido por todos que escribir es mucho menos difícil que hablar: y hablar hay que hablar. Por ello voy a aprovechar hoy las letras para pedirte que establezcamos sonidos, y que éstos queden sólo para nosotros… como siempre, aunque esa palabra represente toda la utopía que un día nos maravillaba, pues nadie nos va a mantener el siempre. Aunque pueda parecer manido y desesperado: pienso que todavía se puede, por lo menos, hablar. Que el tiempo pasa y sana, y ésta vez no quiero que me sane el tiempo.

jueves, 1 de septiembre de 2011

-14

Ya pasó junio, con la temida selectividad; julio, con su San Fermín; y agosto, con los 21 días. A uno de septiembre de 2011 llueve desesperadamente pero no me asusto, me asustan más otras cosas que las nubes chocando entre sí descargando su líquido contenido. Hoy comienza la cuenta atrás - aunque mi tendencia sea la de contar hacia adelante -. Una cuenta atrás que, sinceramente, no me apetecía que llegara. Sobre todo por una cosa: la hora en la que abro mis ojos después una ensoñación profunda. Dentro de poco eso se acabará. Pero por otro lado no me parece tan mal puesto que el comienzo del nuevo curso - esta vez nada parecido a lo que ha venido siendo otros años - y su consiguiente desarrolló me mantendrá la cabeza ocupada bastante tiempo: tendré de nuevo obligaciones. Y es que cuando esta bendita época empieza- el verano - todos estamos anhelantes por disfrutar de todo el tiempo del que disponemos, pero tanto tiempo abruma. La vagueza y el aburrimiento acechan en determinados momentos del día y tu pensamiento rebota en tu cabeza una y otra vez sin que aflore nada nuevo. De nuevo el tiempo en sus distintas facetas - esta vez "libre" - me absorta y me sorprende.
Templado.